viernes, 18 de mayo de 2012


VI CUMBRE DE LAS AMÉRICAS: OPORTUNIDAD PARA UNA CARTAGENA PERFECTA.


Por: Ángela María Serrano Montero

Cartagena de indias, la heróica, la ciudad amurallada, la ciudad de reinas… Cartagena, la ciudad más injusta de Colombia y no muy lejos de ser la del mundo.

Desde que se supo que Cartagena sería la sede para la Sexta Cumbre de las Américas, toda su burocracia y sus altos mandos y los del Departamento de Bolívar en general, se vieron en serios apuros; no pueden permitir que los 34 jefes de Estado que ya han ido arribando a la ciudad, evidencien los estigmas sociales allí existentes y que para quienes somos colombianos jamás han sido un secreto. ¿Qué hacen entonces los ilustres? Intentan mostrar una Cartagena sin mendigos y se ensañan en esconder la miseria y la pobreza de esta ciudad donde cada año, las reinas desfilan con trajes de miles de millones de pesos diciendo que trabajarán incansablemente por la niñez desamparada y la pobreza, mientras a sólo pocos metros, hay también miles de millones pero de habitantes de la calle durmiendo debajo de puentes y soportando hambre.

El Centro Histórico de Cartagena por supuesto tiene que estar perfecto, es entonces donde hasta los perros callejeros tienen que ser desplazados de allí a como dé lugar, pues los pobres animales que allí habitan, son alimentados con desechos y sobras que indigentes y vendedores ambulantes les arrojan.

Tantos son los perros callejeros, que se convierten en uno de los primeros elementos a esconder, por lo tanto son recogidos en camiones para así despejar el centro y de esta manera desorientarlos y reubicarlos.

No contentos con esto, hicieron un cierre de playas, lea bien: un cierre de playas, siendo éstas uno de los mayores atractivos de la heróica, de la Cartagena turística. Esto despertó voces de protesta pues se ven afectados seriamente quienes allí desempeñan oficios informales para su sustento diario como el alquiler de sillas plásticas y carpas, la venta de comidas rápidas o de mar, como por ejemplo camarones, langostinos y otras delicias marinas, es decir, dicho en otras palabras, no quieren gente en estos lugares donde precisamente mas se aglomeran miles de visitantes, y más ahora en plena temporada vacacional.

¿Por qué esconder una realidad? Los visitantes, sean quienes sean, jefes de Estado extranjeros, no tienen porqué llevarse una imagen falsa, simplemente que vean lo que tengan que ver, que observen la forma en que allí algunas personas deben ganarse la vida, que vean a los carretilleros con sus carros de mula, que le compren dulces a las palenqueras.. pero todo haciéndolo a escondidas, en silencio, otro ejemplo de esto, en la zona antigua de Cartagena viene produciéndose un proceso de expulsión de habitantes originales, a quienes les aumentaron los impuestos prediales, los servicios públicos y otras arandelas para obligarlos a salir y vender las casas donde nacieron, ¿a quiénes? A los nuevos ricos, banqueros, especuladores de finca raíz, nacionales y extranjeros, que ya tienen mansión colonial, con sirvientes, con todas las comodidades..

Cartagena, Cartagena, tan bella y tan injusta, tan bella y con tantos conflictos sociales y diferencias de estrato.

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