Gran controversia ha generado la idea de que la alcaldía de Bogotá preste
el estadio el Campín como escenario para multitudinarios conciertos en la
ciudad.
Después de opiniones divididas y los beneficios que pueda generar dicha
decisión, el empresario y manager de estrellas de la música Fernán Martínez, se
salió con la suya y logró que se le fuera alquilado el espacio deportivo para
la presentación del ex beatle Paul Mccartney, show denominado como “ el concierto
de la historia”.
La recomendación de la
Procuraduría, es que las inversiones que se hicieron
en el escenario deportivo fueron millonarias y deben ser preservadas en
beneficio de la comunidad, razón que no sólo fue acatada por el alcalde
Gustavo Petro en las clausulas contractuales, sino por los asistentes al concierto, pues después del show, el espacio quedó en
las mismas condiciones en que se le fue entregado al organizador del
espectáculo.
Por ahora
solo falta esperar si la opción de usar el escenario deportivo queda abierta
para cualquier tipo de evento musical o si los empresarios deben cumplir con
determinadas características para poder usar el estadio. De ser así, los creadores
de shows tendrían que irse con su música a otra parte, o sea, al Parque Simón Bolívar
o en su defecto, al Palacio de los deportes.
Por otro
lado, hay que ver si el alquiler del Campin y el riesgo que corre su
infraestructura para el desarrollo de esta clase de eventos se justifica, después de
la millonaria inversión que hizo la ciudad recientemente en su remodelación y adecuación para el desarrollo del Mundial Sub-20 de
Fútbol de la FIFA, obra que elevó al Campin a una categoría que lo deja
al nivel de importantes escenarios deportivos del mundo.
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