UNA LEYENDA VERDADERA
"Francisco el hombre"
Por: DIANA MONTAÑEZ
Lo que hoy conocemos como el
mito, tuvo su razón de ser hace mucho tiempo. Y aunque esta historia ha pasado de
generación en generación gracias a la tradición oral, vale la pena reseñar, que
esta historia si tuvo personajes verdaderos, si tuvo un inicio y un final, su
hubo una disputa musical y el bien si triunfo.
Mitos como estos, son los
que hacen que el vallenato siga su camino, pero un camino lleno de olores a vida, a historias, a
juglares. Lo que hoy es el vallenato, solo es un paso, lo que el vallenato fue
ayer, fue lo que marco las generación presentes y las venideras, y aunque nunca
volvamos a conocer una historia tan mística, tan especial, tan legendaria, si
vale la pena conocer la verdadera historia de FRANCISCO EL HOMBRE.
“La leyenda cuenta que un juglar vallenato que se batió en duelo con el
diablo; un duelo de acordeón del cual saldría victorioso Francisco al
interpretar el credo al revés.
De: www.parrandavallenata.com
Era una noche de penumbra, Francisco el Hombre se dirige a su pueblo, luego de una parranda de varios días. Iba como siempre, sacando notas a su acordeón, cantando para aligerar el camino. De repente Francisco se dio cuenta que cada melodía que interpretaba era respondida por una melodía mejor la cual era interpretada por alguien que él jamás había escuchado. El interpretaba una melodía y esta era respondida nuevamente por una mejor. Luego de casi dos horas Francisco se encontraba atónito por la interpretación de su contendor, éste le estaba ganando.
Francisco se fue siguiendo la melodía de su adversario hasta que por fin lo divisó entre la penumbra de la noche, sin embargo no lograda identificar plenamente a su contendor. De pronto un rayo de luz penetró por entre la penumbra y la silueta de su contendor se hizo evidente: era el diablo, fue entonces cuando comprendió lo que estaba sucediendo y por qué estaba siendo derrotado en una disciplina en la cual era el mejor. Francisco también comprendió lo que debía hacer, acercó el acordeón a su pecho, miró hacia el cielo, abrió el acordeón y entonó el credo al revés. En ese instante la penumbra desapareció y se llevó consigo al diablo el cual fue contundentemente derrotado por la habilidad y destreza del desde ese entonces legendario Francisco el Hombre.”
Era una noche de penumbra, Francisco el Hombre se dirige a su pueblo, luego de una parranda de varios días. Iba como siempre, sacando notas a su acordeón, cantando para aligerar el camino. De repente Francisco se dio cuenta que cada melodía que interpretaba era respondida por una melodía mejor la cual era interpretada por alguien que él jamás había escuchado. El interpretaba una melodía y esta era respondida nuevamente por una mejor. Luego de casi dos horas Francisco se encontraba atónito por la interpretación de su contendor, éste le estaba ganando.
Francisco se fue siguiendo la melodía de su adversario hasta que por fin lo divisó entre la penumbra de la noche, sin embargo no lograda identificar plenamente a su contendor. De pronto un rayo de luz penetró por entre la penumbra y la silueta de su contendor se hizo evidente: era el diablo, fue entonces cuando comprendió lo que estaba sucediendo y por qué estaba siendo derrotado en una disciplina en la cual era el mejor. Francisco también comprendió lo que debía hacer, acercó el acordeón a su pecho, miró hacia el cielo, abrió el acordeón y entonó el credo al revés. En ese instante la penumbra desapareció y se llevó consigo al diablo el cual fue contundentemente derrotado por la habilidad y destreza del desde ese entonces legendario Francisco el Hombre.”
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