De niña no fue la mejor estudiante, aprendió a cantar antes que a leer, fue la solista
colombiana más vendedora y famosa de música popular ella es Sofía Helena
Vargas Marulanda conocida artísticamente
como Helenita Vargas, La Ronca de Oro.
Helenita
Vargas nació
en Cali,
departamento del Valle del
Cauca el 3 de marzo
de 1934, su gran pasión
fueron los tangos
y los boleros,
pero el género que la llevó a recibir gran fama y reconocimiento fue la ranchera.
A los cuatro años de edad no sabía leer pero memorizaba con
facilidad la letra de canciones.
La carrera artística de Helenita empieza
después de presentarse a un concurso de belleza y a partir de los
17 años comienza a cantar profesionalmente.
Helenita siempre estaba bien puesta, maquillada y arreglada, para ella
era fácil mezclase con la gente durante sus presentaciones, tanto que un día un
fanático la agarró por el pelo porque pensaba que ella usaba pelucas, el
acalorado hombre que estaba entre el público logró llegar hasta ella y agarrar
su frondosa cabellera con el único fin de descartar si la cantante usaba
pelucas.
Le gustaba ‘untarse’ de pueblo, entraba en perfecta sintonía con
él y sabía que siempre marcaba un puntaje alto en sus preferencias, “de no ser
por mi gente no vendería tan bien y las casas disqueras no me llamarían para
sacar nuevos discos,, no puedo desconocer que soy arrabalera”, afirmaba la
caleña.
Su gran ídolo fue el maestro Agustín Lara, a quien abordó en la puerta del cuarto en un hotel de Cali, donde se hospedaba el artista durante una presentación. El mexicano accedió a cantar con Helenita una canción titulada Farolito y de inmediato el compositor reconoció el talento innato en la cantante de rancheras.
Helenita
estuvo rodeada de reconocidos artistas y políticos con quienes entabló grandes
amistades, entre los que se destacan el expresidente de Colombia Alfonso López Michelsen, el ex fiscal general de la nación Alfonso Gómez
Méndez, el periodista Yamid Amat y la cantante mexicana Alicia Juárez entre muchos
otros.
La
ronca de oro trabajó junto a otros
artistas como Fausto,
Jaime Echavarría, Vicente
Fernández, Rocío Durcal, María Dolores
Pradera, y otros de renombre, con quienes compartió conciertos y
giras por Colombia y Latinoamérica.
El apelativo “La ronca de oro” surge en 1980 cuando el
periodista Lázaro Vanegas, refiriéndose a la particular voz de la
cantante, la llamó por primera vez ‘La
ronca’, opinión que a ella no le molestó y que acogió para complementar su
nombre artístico.
En
el listado de los grandes amores de Helenita se encuentra David Perkins Ibarra, su nieto y la pequeña
que heredó su nombre: Helenita, su nieta,
pero su gran amor fue su esposo Gonzalo Zafra,
quien se convirtió el padre adoptivo de su única hija María del Pilar Ibarra.
Sin
duda, una de las canciones que mayor reconocimiento le trajo a “La ronca de
oro” fue “María de los guardias”, una
composición del escritor nicaragüense Carlos Mejía
Godoy. Durante su extensa trayectoria Helenita
fue multipremiada por el reconocimiento de su público y recibió Discos de oro y
de platino además de meritorias condecoraciones.
Helenita no era “mujer de un solo hombre”, como ella misma lo
decía tenía muchos maridos, o por lo menos eso es lo que dice su gran amigo
Raúl Fernández de Soto quien la describe como una mujer de un carácter fuerte,
aventurera y arriesgada; aunque a pesar
del encuentro con tantas personas en cada uno de sus shows, ella se consideraba
una mujer tímida.
En el último trabajo que grabó
“La ronca de Oro”, titulado “Helenita Vargas y sus amigos”, la caleña logró
encontrarse y unir su voz a la de otros reconocidos cantantes y amigos suyos
como Fausto, Galy Galiano, Luís Alberto
posada, Vicky Dávila, Alci Acosta, Margarita Rosa de Francisco y Marbelle.
A sus 77 años y después de permanecer tres semanas en cuidados
intensivos por múltiples problemas de salud, el lunes 7 de febrero “La ronca de
oro” deja de existir en la misma ciudad que la vio nacer.
Por: Paula Milena Rojas Guerrero
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